martes, 15 de diciembre de 2020

LA ELSA

 La penúltima vez le prometió que era la última, y ella decidió creerle.

No era malo, era bruto nomas.

Por eso ella lo perdonaba una y otra vez.  Porque sabía que en el fondo, él quería lo mejor para los dos. Y se deslomaba para lograrlo. Trabajaba todito el día el pobre. 

Cómo no le iba a perdonar un exceso de vez en cuándo?

 La penúltima vez, ella encontró pelos en la cama. Y le armó un escándalo. Y después 

 como siempre,  lo perdonó 

Pero esta vez fue la última. Ya iba a ver cuando llegara.

 Él lo supo apenas la vio. 

 Los brazos en jarra, lo esperaba  parada en la puerta. Malísima. 

-Mira, Gregorio. Que sea la última vez que dejas subir el perro a la cama o te enderezo el lomo a palos!! ¿Oíste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje aquí su comentario. Gracias