Refugiarse algunas veces, aventurarse otras, y otras sólo dejar que la magia suceda. Invitar a vivir otras fiestas, a soñar otros sueños, a creer en lo increíble. De eso se trata, de todo eso y nada más que eso.
sábado, 21 de diciembre de 2024
BUROCRACIA
UN VIAJE NORMAL
NORMAL
En Perú, cuando uno pregunta por la forma de elaboración de una comida, o por el clima, o por la distancia a un lugar, o por un procedimiento cualquiera, la gente contesta: -Normal!!
Es así que es normal caminar 8 km por la montaña para llegar al Inti Punku, es normal comer cuises atravesados por un palo, es normal vivir a 4502 msnm, y es normal que un tamal de maíz lleve carne.
Por eso, cuando alguien pregunta cómo fue nuestro viaje del 2024, contestamos: -Normal!
Estuvimos en dos de las siete maravillas del mundo: el Machu Pichu y las Cataratas del Iguazú, además de otras maravillas.
Sobrevolamos las famosas Líneas de Nasca, que deberían ser consideradas otra maravilla. Gran misterio que nadie ha podido aclarar.
Estuvimos en el desierto de Perú y en la Selva Amazónica, experiencias intensas, ambas.
En el Océano Pacífico, en Lima, y en el Océano Atlántico, en Pernambuco. Y en otros ríos, cascadas y quebradas.
Participamos de una ceremonia de Cacao y de una ceremonia de Ayahuasca. Ambas inolvidables, ambas mágicas.
Y de un campeonato de surf también. Pero no cualquier campeonato. Uno en el que competían parapléjicos, personas sin miembros, con parálisis cerebral y con síndrome de Down, entre otras potencialidades.
Vivimos en una ciudad inca, en un hostel en Nasca, en apartamentos modernos y en una choza amazónica de madera con techo de palma.
Convivimos con peruanos, brasileros, francesas, argentinos, una jamaiquina, un alemán, y un par de suizos.
Estuvimos en Perú, Paraguay, Brasil, y un par de horas en Argentina.
Plantamos, trasplantamos, abonamos, meditamos, y nos bañamos en el mar.
Ayudamos, aprendimos, lloramos y reímos.
Fue un viaje maravilloso, riquísimo en experiencias y aprendizajes, intenso, normal.
sábado, 26 de octubre de 2024
MANGA DE PECADORES
MANGA DE PECADORES
En algunos casos, por gente que se cree que escribe mejor que yo. Lo que cual no me produce ningún tipo de envidia, ni mucho menos.
Si cualquier escribe hoy en día.! No como en mi época, donde sólo los verdaderamente buenos como yo lográbamos publicar un libro. No era fácil. No era para cualquiera, no.
Recuerdo cuando escribí mi primer libro. La editorial se me quería quedar con el cinco por ciento.! De ninguna manera, si todo el trabajo lo había hecho yo! Les dije que no, que quería todo para mi. No vendí ninguno aún.
Eso si, lo reconozco, me calentó. Qué ganas de matarlos! Porque yo ya tenía todo planeado. Con el producido de las ventas me iba a romper la boca en una confitería: sándwiches, masas, algún saladito, y una copa helada.
Por esta manga de pecadores envidiosos, avaros, me muero de hambre. Qué bronca me da!
CAPITAL OSCURA
Soberbia Avaricia Lujuria Ira Gula Envidia Pereza en letras grandes, rojas, luminosas, que destacaban entre la niebla y la noche oscura.
Mis pasos se dirigieron hacia allí sin que yo le diera la orden a mis piernas. No sabía lo que me esperaba, ni lo imaginaba, ni me importaba.
Como impulsado por una extraña corriente de energía, casi flotando sobre la calle mojada, me dirigí hacia el local.
Negro, con una pequeña puerta a la izquierda, también negra, lo único que destacaba era el cartel de letras rojas.
No había ventanas, ni luz, ni nadie en la puerta, ni ruido, ni nada.
Mis manos se dirigieron hacia el pestillo, que sintieron el frio metal. La puerta se abrió sin el menor ruido, y en cuanto entré al oscuro salón, volvió a cerrarse con el mismo silencio.
Quise volver sobre mis pasos pero no encontré la puerta, que parecía haber desaparecido.
Qué extraño!-pensé-debe ser mi cabeza.
Y alcancé a pensar que capital significa cabeza, antes de sentir el golpe.
EL EXTRAÑO DE PELO LARGO
miércoles, 16 de octubre de 2024
EL CAMINO
sábado, 7 de septiembre de 2024
CERVEZA DEL BOSQUE
CERVEZA DEL BOSQUE
-¡¡Buen día, wawki!! ¡¡A comer y a descansar!!- dijo el
chamán apenas lo vio aparecer en la puerta.
El hombre, flaco,
amaneció cansado y con una sonrisa. La ceremonia había sido intensa.
En realidad, había
empezado tres días antes, con una dieta sin carnes, sin sal, sin azúcar, sin
fritos, y sin actividades físicas.
Además, debía tomar
contacto con la planta, conocerla, tocarla, apreciar sus flores rosadas y
blancas, hablarle, pedirle lo que estaba buscando.
Y eso hizo en los
días previos. Tocar la liana, abrazarla, asombrarse con la belleza de sus
flores, pedirle, agradecerle. Y también comenzar a tomar micro dosis cada
tarde.
"Que muestre lo que tenga que mostrar, que sane lo que
tenga que sanar, que limpie lo que tenga que limpiar. Haz tu trabajo,
ayahuasca."
Así le había enseñado
wawki, el hombre que le había estado hablando sobre la cultura amazónica, el
uso de plantas medicinales, las dietas y la conexión con la naturaleza.
La Ayahuasca es una
liana, una planta medicinal que limpia, purga y purifica. Y que tiene unas enzimas, las beta-carbolinas, que permiten que actúe el DMT contenido en la otra planta que compone el
preparado, la Chacruna. De otro modo, el DMT sería absorbido directamente en el estómago.
Esta mezcla hace una
profunda purga a través de diarrea y vómitos, provoca sinestesia, mareos,
algunos sueños o visiones, e inhibe la actividad del hipocampo, permitiendo que
uno tome decisiones sin tanta influencia de los recuerdos, las emociones y las
experiencias previas.
La ceremonia había
empezado temprano, con un té relajante. Las sombras de la noche fueron ocupando
poco a poco la maloca, y sólo la luz de una vela iluminaba lo que allí pasaba.
El chaman soplaba
tabaco sobre la coronilla, y las manos del hombre que allí estaba. Masticaba y
escupía canela sobre él. Cantaba sus icaros, tocaba su flauta y su tambor,
pedía a la planta, agradecía...
Vino la primera copa.
Un sabor dulzón, embriagador, espeso, llenó la boca del hombre. A los pocos
minutos comenzó a darse cuenta de que su estómago se retorcía, de que su piel
se empapaba de sudor frío, de que se estaba mareando.
-Se parece mucho a una borrachera-pensó.
No tardaron mucho en venir las primeras náuseas, cuyo
resultado fue a parar a un pequeño balde a su lado.
Luego se levantó trastabillando en la oscuridad, rumbo al
baño seco. Los ojos de su esposa, que lo acompañaba a su lado, lo siguieron. En
la otra punta, en silencio, el chaman y su hijo observaban.
Pero esto era sólo el
comienzo. Hubo una segunda copa, más difícil de tragar, precedida y seguida por
más vómitos y más excursiones al baño.
El ambiente era
surrealista. La luz de la luna allá afuera, el olor penetrante del tabaco, la
música, los cánticos, la voz hipnótica del chamán.
-"Sana sana, cuerpecito, sana sana, espiritito, sana
sana almita...tum tum tum..Cervecita del bosque, miel curandera...tum tum tum
tum... cuyi cuya medicina, cuyi cuya chacrunita...tum tum tum..."
El hombre se revolvía sobre el colchón, atento a sus
necesidades más inmediatas: llegar al baño a tiempo y tener el baldecito al
alcance de la mano. Sentía moverse sus intestinos, sentía el mareo y un ligero
dolor de cabeza, se acostaba, se sentaba, iba y volvía del baño.
Recitaba como un
mantra el pedido. “Sana lo que tengas que sanar, muéstrame lo que tengas que
mostrar..."
Dormitó un rato. Vinieron los sueños. Soñó con sus amigos,
con su abuela. Se despertó y conversó un poco.
Pasaron los minutos y
las horas, seis horas, desde el inicio de la ceremonia hasta que el chamán dijo
por fin: -Bueno, wawki… A descansar.
El hombre, siempre
acompañado por su esposa, cansado, asombrado, feliz, agradecido y oliendo a
tabaco y canela, finalmente se fue a descansar.
Había sido su primera
experiencia con la Ayahuasca
LA AMAZONIA PERUANA
Hace calor en Tarapoto, hija!!!
Llegamos a Tarapoto como quien llega a la India, supongo. Nunca hemos ido a la India, pero debe ser similar.
Apenas nos bajamos del mototaxi que nos llevó a la folklórica terminal de buses, nuestra mochila fue subida sin más trámite al techo de una camioneta, junto a colchones, alimentos, gallinas, un televisor, y alguna cosa más. Nadie nos preguntó a dónde íbamos, así que nos dejamos llevar.
Después de un largo y sinuoso viaje de dos horas llegamos a Chazuta, un pueblo pequeño, precario, de perros y gallinas sueltas, de gente amable que saluda todo el tiempo.
Pueblo de la Amistad, le llaman. Nunca nadie fue saludado tantas veces como nosotros esa mañana.
Está ubicado a orillas del Rio Huallaga, tributario del Rio Amazonas. Se ven canoas muy largas, avanzando corriente arriba entre los remolinos.
Semillas de cacao, granos de maíz, y pescado se alternan en las veredas, secándose al sol o al humo, sobre tarimas hechas de caña y hojas de palmera.
El pueblo se cuida a sí mismo, a través de Rondas Campesinas encargadas, junto con la policía, de mantener la seguridad en el pueblo.
También se han sacado de arriba algún alcalde mentiroso y algunos narcotraficantes que habían llegado para perturbar la paz del pueblo.
En ese pueblo, Chazuta, está Rio Bosque Mágico. Un emprendimiento familiar de agrofloresta, plantas medicinales, cacao, café, bananas, maní, y plantas medicinales.
Ahí puede experimentar, quien así lo quiera, vivir en la Amazonia, dormir en una choza tipica, comer comidad típica, plantar, experimentar alguna ceremonia con plantas medicinales, caminar por la avenida costanera, asombrarse con la cantidad de triciclos, presenciar partidos de volley, sentarse a orillas del rio, y aprender que realidades y verdades hay tantas como habitantes tiene este mundo.
NASCA
LAS MISTERIOSAS LINEAS DE NASCA
Nasca tiene ríos sin agua, perros sin dueño, basura, taxis que
tocan bocina todo el tiempo, líneas misteriosas, polvo.
En Nasca están las famosas líneas, de las cuales todos hablamos y nadie
sabe por qué y para qué las hicieron. El sobrevuelo en avioneta es impactante,
por el propio movimiento de la misma, por la cantidad y magnitud de las líneas,
por el misterio, por la inmensidad del lugar.
Hay sitios arqueológicos bastante abandonados, como Paredones, y los
Acueductos de Cantalloc. El desierto es de los más secos del mundo, con una
arena finita que se mete en la nariz, y piedras, muchas piedras, y está
atravesado por la Carretera Panamericana que lo atraviesa de sur a norte.
Las líneas de Nasca, en el desierto, están hechas de piedra retirada hacia los costados. No son líneas, son como caminos. Hay quien dice que eso eran, caminos. Que cuando el gran templo de Cahuachi sufrió sismos y roturas, los sacerdotes comenzaron a utilizar el desierto para sus ceremonias. Eso dicen.
Hay quien dice que las líneas o caminos tienen alguna connotación astronómica, y marcarían algún solsticio o algo así. Eso decía Maria Reiche, arqueóloga y matemática, la señora del desierto.
Hay quien dice, o más bien se pregunta, para qué harían cosas tan grandes, que sólo se aprecian desde el aire. Que fueron otros seres, o algo así. Eso dicen quienes no encuentran explicaciones.
Esos grandes misterios te pueden llevar, como por descuido, a un extraño museo en la ciudad de Ica, donde un más extraño señor te mostrará miles de piedras negras con extraños dibujos. Ese señor no te dejará tocar las piedras, ni mirarlas mucho, ni sacarles fotos. Te tendrá dos horas escuchando historias de su padre, y tejiendo paranoicas teorías sobre su verdad única e irreprochable y cómo nadie quiere creerle, ni siquiera la NASA.
Puede el destino llevarte a sobrevolar el desierto, entre admirado y mareado por las piruetas de la avioneta. El desierto es enorme, como enormes son los famosos dibujos. Colibrí, mono, ballena, lagarto, un supuesto hombre de ojos enormes, espirales, caminos, y otras figuras geométricas se cruzan, se pierden en el horizonte.
Puede uno hacer muchas cosas en Nasca, pero no conocer la verdad sobre sus misteriosas líneas.