Un día de
pesca
En
una tarde de domingo como cualquier otra, en mi pueblo se iba a celebrar un Torneo
de pesca muy importante ¡Y yo iba a participar!
Mi
nombre es Tomas, tengo 14 años y desde que era niño me gusta pescar. Todos los
fines de semana voy con mi padre a pescar a la playa.
Esa
mañana me levante más temprano de lo habitual, prepare los anzuelos, las cañas,
la carnada, comprobé que todo estuviera en condiciones para el torneo.
El pueblo entero se estaba
preparando, las calles y las casas estaban decoradas, había puestos de comidas
en cada esquina, todo estaba pronto para la fiesta.
Eran las 5 de la tarde y empezó
el torneo. Al poco rato, ya empezaron a salir los primeros peces, habían
Bagres, Tarariras, Roncaderas, Burriquetas, pero yo no lograba atrapar ninguno.
Pasaron las horas, el torneo
estaba cada vez más cerca de finalizar y los ganadores ya se iban definiendo,
pero yo no lograba sacar más que un par de peces.
Ya eran casi las 8 de la noche,
hora en que iba a ser anunciado el ganador. Los jueces estaban pesando la
recolección de cada participante, se
pescaron peces de todos los tamaños, las balanzas indicaban un peso de alrededor
de 1,5k en la mayoría de los casos, excepto por uno, uno que superaba a todos
los demás, conseguido por un extranjero que había llegado ese día al pueblo.
Había conseguido un pez de unos tres kilos, tenía el torneo casi asegurado.
Estaba recogiendo mis cosas para
ir a pesarlas, cuando sentí que algo tiraba de mi caña. Pensé que el anzuelo se
había enganchado en una roca y tiré con todas mis fuerzas, pero la tanza seguía
cinchando. Asombrado por lo que estaba presenciando, tire con todas mis fuerzas
una vez más ¡¡Había conseguido un pez enorme!!
Todos quedaron asombrados, había
ganado el torneo!!
Todos empezaron a corear mi
nombre
-¡Tomás! ¡Tomás! ¡Tomás!
-¡Tomas! ¡Levantáte! Te quedaste
dormido, el torneo empieza en 5 minutos ¡Apurate!
Manuel Perera 2016
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