INVESTIGACIONES
Cuando me robaron la moto de la puerta de casa, mientras yo estaba adentro estudiando, tuve una mezcla de sensaciones. Bronca, impotencia, tristeza, desamparo... Ahora, cuando me llamaron para venderme mi propia moto, la cosa cambió.
- Llámeme a este número, que es por su moto!!!!
Bueno…
- Hola. Qué pasa con mi moto?
- Tengo su moto. Si la quiere son diez mil pesos
- Qué me estás diciendo?
- Si. Tengo su moto. Yo la compré por las ruedas, viste? Pero no me sirven, y si no te la vendo a vos no se la vendemos a nadie. Si la querés te la rescato!
- Bueno, déjame ver si junto la plata. Yo te llamo.
- Dale, pero no te demores. Si no, la van a prender fuego!
- Ok
Yo no tengo vocación de héroe, pero tampoco me van a asustar así nomás! Pensé yo mientras me dirigía a hacer la denuncia correspondiente. Luego me enteré que era una ampliación de denuncia, porque dos días antes había hecho la denuncia por el hurto. Hago la denuncia y me voy pal Casmu, pensé también. Y me da el tiempo para volver a esperar los colchones que me llevan hoy. Pero mientras el funcionario estampaba la ampliación de denuncia, el susodicho masculino me seguía llamando, mandándome mensajes, apurándome…
- Traeme la guita y te llevas la moto! O haceme un giro y te doy la moto. Veni solo. Yo no quiero nada con los botones.
- Pará! Mándame fotos de la moto. Cómo sé que la tenés vos? Cómo te hago un giro? Dónde nos encontramos? Dame tiempo pa juntar la guita. No llego a diez.
- Bueno, pero dale loco. Decidite!! que tengo cosas que hacer!!
Juro que ahí pensé en agregarle una propina a los diez mil. Pobre chorro, lo estaba haciendo perder el tiempo…
Bueno, la cuestión es que el tipo terminó dándome el número de cédula para que le hiciera el giro… Fue ahí que el Subcomisario F. me hizo pasar a su despacho.
- Tome asiento. Está viniendo para acá un equipo de investigaciones. Son gente que trabaja de particular, en un vehículo particular. Vamos a recuperar su vehículo. Quédese tranquilo que no lo vamos a exponer…
- Bueno, pero mi hijo, pero el Casmu, pero los colchones, pero pero…
Cuando quise acordar, estaba arriba de una camioneta doble cabina con dos policías de particular. Un masculino y una femenina.
- Perdón… pero a dónde estamos yendo?
- Al Paso. Decile al tipo que vas para ahí en un taxi
- Pero…
- Dale, decile que juntaste la guita. Apuralo
- Pero…
- Dale, ya llegamos. Bajáte y llamálo. Nosotros vamos a estar cerca. Tranqui.
- ¡!!!?!?!?!?!?!?!?!
-Hola. Estoy en la parada de taxis… El resto sucedió como en las películas: el tipo que cae en una motito, yo que me arrimo a hablar con él, y la policía que se le tira arriba en el momento en que el tipo estaba arrancando para ir, supuestamente, a buscar mi moto. Por supuesto, adivinen… No lo agarraron… Allá salimos atrás del tipo en la motito, como a 140 por Luis Batlle Berres. Como ya la policía tenía la identificación del tipo, fuimos a buscarlo a la casa!!!!!! Terminamos en un asentamiento, buscándolo revolver en mano. Ellos. Yo no. No tenía revolver. No tenía campera. No tenía nada. Tenía frío, miedo, asombro, ansiedad, nerviosismo, incredulidad… No podía creer lo que estaba pasando. No me iban a exponer. Yo iba a llevar a mi hijo a operarse. Me afanaron la moto y me la quieren vender. Tienen mi teléfono. No me iban a exponer, pero se bajaron los dos y me dejaron arriba de la camioneta, en el medio del cante… Cómo le habrá ido a mi hijo en la operación? Estará muy nerviosa mi compañera? Quién recibe los colchones? Cómo salgo de ésta?
Mi hijo me mandaba mensajes: Papo, estoy en el Casmu. Qué hago? A dónde voy? - Sube al primer piso, hijo. El doctor se llama Fulanito. Yo estoy complicado. Ya voy.
Mi compañera me mandaba mensajes: Dónde andas? Qué pasó? Estás bien? - Todo bien amor. Después te cuento…
El de los colchones me llamaba: Señor, estoy en la puerta de su casa y no hay nadie!! - Dejeme ver con mi hijo, o si no, déjemelos en el almacén de la esquina…
Del almacén de la esquina, para no ser menos, también me llamaban: Hola, acá quieren dejar unos colchones a su nombre, pero no sabemos quien es usted!!! - Soy el flaco, de barba, que siempre te compra queso…
Mi otro hijo, también me llamaba: Papo, estoy en la puerta de casa. No puedo abrir. - Tranquilo hijo, está con dos llaves. Yo estoy complicado. Ya voy. Ya dejaron los colchones en el almacén…
Horas más tarde me dejaron en la puerta de casa, muerto de frío y de miedo.
Los chorros tenían mi teléfono, me habían visto la cara, sabían dónde vivía, yo les había tomado el pelo... Pero me dijeron que me quedara tranquilo...
-Roban tantas por día que ni se acuerdan de cuál es la tuya!!
...
Ah! Quieren la conclusión? No!! No recuperé la moto!! Están investigando… Me dijeron que me quedara tranquilo…

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