Refugiarse algunas veces, aventurarse otras, y otras sólo dejar que la magia suceda. Invitar a vivir otras fiestas, a soñar otros sueños, a creer en lo increíble. De eso se trata, de todo eso y nada más que eso.
jueves, 27 de enero de 2022
WALTER
Una luz encendida sobre el escritorio lleno de papeles.
Sobre la mesa, un plato con lentejas paradójicamente frías, un tapabocas y un gorro.
Eso fue todo lo que quedó en pie. O por lo menos lo único que encontró Marcelo cuando llegó a lo de su padre. El incendio consumió casi todo.
No era tanto lo que tenía su padre en la casa, después de todo. Sus pertenencias se puede decir que eran bastante exiguas.
Sus cuadernos de apuntes, algunas herramientas, una vieja radio a válvulas que se empeñaba en seguir pasando tangos a pesar de los años y los remiendos.
Marcelo odiaba esa radio. Le recordaba a su madre. Vieja, sucia, y remendada.
Ahora observa, entre el dolor y el alivio, los restos carbonizados de la radio, junto al cuerpo de su padre
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje aquí su comentario. Gracias