viernes, 26 de noviembre de 2021

ASESINO A SUEÑO

 

ASESINO A SUEÑO 


Cuando yo era chico había un rumor insistente en mi pueblo, Estación Las Rosas. Rumor del cual nunca puede verificar su autenticidad.
Habitaba allí un veterano, Don Pepe. Jubilado y muy soñador.
Resulta que parece que el tipo una noche soñaba, un suponer, con un dirigente político veterano. Al otro día el tipo aparecía muerto. 
O pensaba en un viejo amigo al que hacía tiempo no veía. A los pocos días lo llamaba la mujer del amigo para contarle que el pobre tipo había pasado a mejor vida.
Eso le pasó varias veces al veterano, que ya empezaba a sentir culpa, hasta que un buen día su hermano va y le dice:
- Tú lo que tienes que hacer es matar a pedido. Sueñas con alguien, o piensas un rato en el cliente, y tá. A la bolsa.
La cosa funcionaba de maravillas. Meta soñar, pensar y cobrar. Un negoción.
Hasta que un mal día, un comedido de esos que nunca falta le aconsejó trabajar menos, pensar un poco más en sí mismo.
Y así lo hizo el difunto Don Pepe... No somos nada...

viernes, 19 de noviembre de 2021

AMENAZA

 Amenaza de paliza

 A punto de cumplir 54 años, se sentó frente a la ventana, mate en mano, a escuchar los ruidos de la casa. Los teros defendiendo sus pichones, algún cachilo viejo levantando polvo en la calle lejana, los pájaros que volvían a sus nidos, el ruido que hacía él mismo al tomar mate. 

 Sin saber por qué, se acordó de su madre. 

A ella le hubiera gustado visitarme en un lugar así, tranquilo, silencioso.  Rezongona, siempre había lugar para la queja en su amor. Había partido hacía unos años, luego de una enfermedad de mierda. Pero antes tuvo tiempo de amenazarlo, a él y a sus hermanos:

-Ustedes traten de juntarse cuando yo no esté!! Si no, bajo de allá arriba y los cago a patadas!!! Ya saben!!!

Los hermanos, por supuesto, ignoraron esta amenaza. 

Tal vez con la secreta esperanza de que su madre volviera, para,  manos en jarra rezongarlos una vez más.

martes, 7 de septiembre de 2021

GREGORIO TENÍA RAZÓN

 GREGORIO TENÍA RAZÓN


 El desayuno venía con mate, confesiones, lágrimas, corazones en la mano, y declaraciones de incompetencia emocional.

-Es que yo dejé de mirar lo que piensan los demás de mí, y empecé a mirarme a mí misma. Y lo que veo, no me gusta, entendés?-dijo ella lagrimeando- Es muy duro para mí. Me cuesta muchísimo. Quiero cambiar, y no puedo! No me gusta como soy!!

La llegada de la cucaracha se produjo en ese preciso instante, como si hubiera estado preparada. Cayó del techo, sobre la mesa, junto al plato con las migas de la tostada. Fea, alargada, de patas cortas y antenas muy largas. 

 No alcanzó a darse vuelta, cuando una mano la envolvió en una servilleta y la aplastó.

-Increíble-dijo ella-. Así me siento: fea, asquerosa, repugnante. Como esa pobre cucaracha. 

-Sabés qué? A la pobre no le importaba. Y ellas van a dominar el mundo, dijo Gregorio.




jueves, 2 de septiembre de 2021

PETER PARKER

PETER PARKER

Desde que era chiquito que cuando lo escucho tengo ganas de escaparme por la ventana. Me gustaría poder volar y que nada me detuviera. O esconderme en las sombras de la noche con un disfraz de murciélago y que nadie me vea. A veces, cuando lo oigo pegarle a Mamá, me da una rabia!! Me pongo verde de bronca, y me da ganas de romperlo todo!!! Una vez me hice invisible, pero el viejo me descubrió abajo de la mesa y me pegó una paliza con su cinturón. Lo odio.
Ojalá tuviera algún superpoder, como un martillo super poderoso, una espada gigante, o un escudo. Eso! Un escudo con una estrella, para ponerme adelante de mi Mamá y que no le pegue más.! O agarrar a Mamá y escaparnos en un caballo blanco, tirando balas de plata!
Pero no puedo hacer nada de eso... Así que acá estoy, colgando de un rincón del techo de mi cuarto, esperando que el hijo de puta se duerma para envolverlo en una tela de araña y que se pudra para siempre.

BAR DEL COMIC



BAR DEL COMIC


Hombre que supo ser entreverao pal asunto de los super héroes, aura que dice, el Pedro Birome.
Que se hacía llamar Peter Parker, pa darse dique.
Tenía un lagarto overo al que bautizó Juancho, y un galgo flaco y largo al que le puso Flash. Ligerazo el bicho. Lo tenía pa correr carreras. Y al perro pa cazar.
Una vuelta estaban festejando la noche de la nostalgia en el boliche y cayó el hombre. Había pintado el tordillo de negro de la mitad pa atrás, pa parecer el Llanero Solitario de ida y el Zorro a la vuelta.
Cayó de pantalón negro, calzoncillo verde por arriba, capa roja con la S, máscara de murciélago, y una ferretería en la cintura: martillo grande, espada finita y larga, boleadoras, lazo mágico, y revólver plateao. En las paletas lucía escudo, lanza, arco y flecha. Llegó desparramando telas de araña pa todos lados. Un asco.
Ahí fue que el Chapulín le reventó la frente de un chipotazo.

lunes, 12 de julio de 2021

21 DE NOVIEMBRE

 De pronto todo cambió. Alguien lo agarró de los pies y los haló fuertemente hacia afuera, mientras una mano lo sostuvo de la nuca. Se sintió colgando, cabeza abajo. No entendió lo que estaba sucediendo. Luces enceguecedoras, gritos, ruidos metálicos, dolor, miedo. Alguien gritó que era muy grande. Alguien más dijo algo sobre la pérdida de sangre, la necesidad de una transfusión, o algo así. Gritó, lloró, apretó los puños. Deseó que se detuvieran.

Alcanzó a distinguir un par de voces, pero no podría asegurar si pertenecían a las mismas manos que lo agarraron por primera vez. Eran voces conocidas, de eso estaba seguro. Intentó comprender, pero no lo consiguió. 

Quiso arrepentirse, pero era tarde. Hubiera preferido no pasar por todo eso. Pero no le preguntaron. 

Él estaba mucho mejor antes, en un lugar seguro. Si hubiera podido elegir, tal vez todo hubiera sido diferente, Pero ya era tarde. Había nacido.

sábado, 10 de julio de 2021

DIA DE SUERTE

 Martes 13 de Julio de 2021. Londres. 


Una niebla espesa, venenosa e irrespirable invade la madrugada londinense. Un gato negro pasa bajo una escalera frente al 1313 de Bad Luck Street, justo en el momento en que suena el teléfono en el escritorio del otrora distinguido detective de la Scotland Yard, el Inspector Winston Mc Cartney.

 Cansado, somnoliento, y con una resaca de antología, el barbudo y ojeroso inspector tantea con su izquierdo bajo la cama, intentando infructuosamente localizar su huidiza pantufla; mientras el teléfono continúa con su ensordecedor repiqueteo.

 A su lado, un vestido amarillo, un paraguas abierto aún mojado, y una mujer desnuda, le recuerdan al viejo detective la intensidad de las últimas horas.

Una serie de asesinatos, misteriosamente relacionados con supersticiones, lo tenían intrigado, atormentado, malhumorado y alcoholizado desde hacía varias semanas.

No lograba desentrañar las pistas, confusas. Para colmo él no creía en la mala suerte y todas esas supercherías de viejas brujas.

Sea quien sea que llamaba, ya había cortado. El contestador automático parpadeaba su luz roja.

Fue hasta la cocina a hacerse un café con la esperanza de despejarse un poco. Cortó el sobre de café, dejó la tijera abierta sobre la mesada, volcó un poco de sal en el intento de alcanzar el frasco de azúcar, pero lo consiguió. Tenía su café. Ahora sólo le faltaba lavarse un poco la cara, a ver si se despertaba.

El espejo del baño, roto por él mismo en un descuido, le devolvió una cara avejentada, con barba de varios días, con los ojos hinchados, rojos. Casi no se conoció.

Tampoco conoció la voz en el contestador, que le decía una y otra vez:

-Hoy es su día de suerte, Inspector. Le toca a usted.


viernes, 18 de junio de 2021

I PHONE



I PHONE




"El día después que se inventó el teléfono inteligente empezó el declive de la raza humana.

Según un reciente estudio, dicha raza evolucionó a partir de un hecho trascendente, y que a la postre llevaría a su extinción definitiva.
El pulgar oponible, que en un principio les permitió manipular herramientas, llevó con el correr de los siglos a la manipulación de lo que ellos llamaban "teléfono inteligente".


Dichos artilugios comenzaron como una herramienta precaria de comunicación, pero luego fueron derivando a cumplir funciones propias del cerebro: memoria, imaginación, lenguaje, pensamiento matemático, razonamiento, y otras.


Estos seres dejaron de recordar nombres, números, direcciones, imágenes. Dejaron de buscar lugares, dejaron de usar el lenguaje hablado para volver a comunicarse con imágenes, como en las cavernas. Fue el principio del fin".
Es en serio. Lo leí en Google.

miércoles, 16 de junio de 2021

RENDIRSE JAMÁS

RENDIRSE JAMÁS

El día después fue aún peor. Tras la devastación vino el recuento de los daños, que fueron muchos. La cosecha totalmente perdida por el granizo. Cayeron cada piedras del tamaño de una papa. Impresionante. Las chapas del rancho tampoco aguantaron. Viejas y herrumbradas, no pudieron con tamaña tormenta.

 La quinta inundada, con los pedazos de tomate regados por los surcos. Los morrones, similar. Todito deshecho. 

 Hasta el granero, que siempre se salvaba, esta vez mostraba enormes agujeros en la paja. 

Todo lo que habían trabajado en el año se había perdido. Hasta gallinas muertas había en el suelo del gallinero.

Parecía que el universo, o quien carajo fuera, no les daba tregua. 

Pero ellos no estaban dispuestos a darse por vencidos. No en vano eran nietos de esclavos, de perseguidos, de emigrados.

Se miraron a los ojos y empezaron a trabajar. 

viernes, 11 de junio de 2021

DECISIONES

 -Peor que no tener una puta idea, es tener varias. Entendés? 

-Qué decís,  Ernesto? No divagues, querés? Esto lo tenemos que solucionar ahora!

-Claro! Como si fuera tan fácil!! Fácil es decirlo, Marta, pero no hacerlo!! O no entendés?  Te parece bien que te descarten, que te tiren a la basura, que se olviden de vos así nomás? Son veinte años, Marta! Veinte años! Hicimos de todo juntos.. o ya te olvidaste? 

- Mira, Ernesto. No me olvido de nada. Lo tengo bien fresquito. Desde aquella primera vez en la playa, hace veinte años. La luna llena, el agua, los grillos, vos y yo descansando sobre la arena, abrigados con tu campera multicolor. Claro que me acuerdo. Pero los años pasan, las personas cambian. Ni vos ni yo somos los mismos. Vos, por ejemplo, tenés treinta kilos más. Esa campera ya no te entra y está hecha mierda. Vas a decidir qué hacer con ella de una vez??

viernes, 4 de junio de 2021

EL BOSQUE ENCANTADO

 El bosque encantado

La despertó un ruido sordo y estremecedor, como de un motor o  una máquina enorme. Lo seguían ruidos secos, que retumbaban en el suelo, como de algo muy grande que caía. 

 Sin ganas, refunfuñando, se levantó de la cama. Casi cae de espaldas al ver las enormes máquinas retroexcavadoras rompiendo la tierra,  los enormes árboles cayendo inertes, golpeando la tierra con un temblor de muerte.

Asomada a la ventana de su cuarto, vio  los pájaros huyendo asustados, sus nidos destruidos. Vio devastación, ignorancia y avaricia donde antes había un monte lleno de vida. 

 Supo que la paz de su remanso ya no volvería, supo que su sueño ya no sería realidad, y lloró. 

 Lo que no supo ella  hasta mucho tiempo después, fue que sus lágrimas regaban las semillas de lo que sería el más mágico y encantado bosque de pohutukawa del que se haya tenido noticia.

 

miércoles, 19 de mayo de 2021

BELL ROCK


 

Bell Rock

-Ahora voy a abrir la puerta y el cartero me va a traer su carta-pensó entre sueños Robert Stevenson. Con el cerebro embotado por el alcohol de la noche, hambriento, cansado, y sucio, creyó percibir que alguien o algo golpeaba a la puerta allá; cientoveintitres escalones más abajo.

 No recordaba cuando había sido la última vez que recibió noticias de Jane Smith, su bella prometida. Deberían ser seis meses, tal vez. Desde la última vez que llegaron los suministros, si. Seis meses o tal vez un poco más.

 Tampoco recordaba Robert que hacía días que no comía, ni que el bote se había deshecho en la última tormenta. 

 Sólo escuchaba los golpes en la puerta, persistentes, rítmicos, y cada vez más fuertes.

 -Ahora voy a abrir la puerta-pensó Robert por última vez; mientras las embravecidas y heladas aguas del Mar del Norte azotaban el faro de Bell Rock.  

martes, 4 de mayo de 2021

MARIPOSA

 MARIPOSA


 Por la ventana vio a la mujer trajinando con las plantas, allá afuera.

 Munida de una palita y una tijera de podar, ella les daba vuelta la tierra, les sacaba una hojita seca, una rama sin vigor. Les agregaba o les sacaba tierra, les hablaba, les prometía un futuro mejor cuando ya estuvieran en el terreno, abonadas, cuidadas.

 Él imaginó cómo sería ser cuidado así. Él, que también tenía sus raíces podridas y sus ramas torcidas. Cómo sería ser tocado por esas manos, acariciado con esa ternura, regado con esa pasión. Él, contador de profesión, hizo el balance y llegó a la conclusión de que valdría la pena.  

 Una mariposa inquieta, vivaz, intensa,  lo sacó de su ensimismamiento posándose en la lapicera con la que escribía este cuento, en el instante preciso en que su mujer le gritaba: Amor !! Vení a ayudarme con las plantas!!!

jueves, 29 de abril de 2021

HAMBRE EN LA ESCUELA

 



HAMBRE EN LA ESCUELA

-Esta semana no hubo abasto tampoco. Está brava la cosa, amigo. Yo sé que vos venís sin pretensiones, que aceptas lo que haya.  Pero en serio que está todo quieto. Hace no sé cuanto que no arriman un capón a esta escuela, hermano. La última vez fue en el festival de fin de año, del otro año pasado. Te acordás? Capón, achuras, morcilla, boniato.. Un lujo de ver aquella parrilla. Qué lo parió. Pero ahora todos tenemos hambre, hermano. No sólo vos. Los gurises ya no vienen, la directora renunció, suspendieron todito. Yo me arreglo, porque mateo todo el día, como unos fideos antes de acostarme y a otra cosa. Pero pa vos debe estar fea, no? Yo no sé ni siquiera si esos pobres gurises estarán comiendo en las casas. Pobrecitos. Mirá, ahora que me acuerdo, creo que hay unas galletas viejas en la lata. Yo no las voy a comer, vení. 

 Allá rumbearon pa la cocina, el viejo arrastrando las patas y el perro moviendo la cola, contentazo.

 

martes, 20 de abril de 2021

EL SOÑADOR DE QUIMERAS

 EL SOÑADOR DE QUIMERAS

Imposible olvidar lo que nunca sucedió. No hay recuerdos.

Cómo olvidar el primer abrazo, si nunca fue recibido? Cómo recordar la primera caricia, el primer beso?

Imposible recordar; imposible olvidar.

Se pasó toda la vida intentando, inventando recuerdos, para no olvidarlos. Se inventó rezongos, miradas, brazos.

Imaginó canciones de cuna, para intentar no olvidarlas. 

Soñó con el olor del desayuno en la cama, con la comida casera, con los besos que no dio.

Creyó en improbables recuerdos de vacaciones compartidas, de playa y cumpleaños feliz.

Fue un quimérico día que se sorprendió dándose cuenta de que le era imposible olvidar a su madre, muerta en el parto.

lunes, 12 de abril de 2021

Te juego un veintiuno, Papo!!

 El club reabrió sus puertas, exactamente un año después de haberlas cerrado. Pero sólo por un día. La crisis, como un enorme tsunami, había barrido con la otrora gloriosa institución. Se fueron borrando los socios, se cerró la cantina, los profesores ya sin alumnos, no tuvieron más remedio que buscar otros destinos. 

 El polvo había comenzado a acumularse sobre los oxidados aparatos de gimnasia. La cancha de básquet, ya sin redes y con los tableros descascarados; con el pasto creciendo entre las grietas del hormigón, era mudo testigo del paso del tiempo.

 Cuando finalizó el remate, y sólo quedó el silencio, ellos entraron.

 Padre e hijo, pelota mediante, volvieron a compartir tiros, rebotes, fajas, tabla y aro.  

 Dicen los vecinos que aún se escuchan, en algunas noches sin luna, el rebote de la pelota en la cancha abandonada. 


domingo, 14 de marzo de 2021

EMERGENCIA


 

La sala de la puerta de emergencia estaba atiborrada.

Era un martes de marzo, y eran las doce del mediodía. Un día caluroso, ruidoso, sucio.

Cuando ellos llegaron de lejos, cansados, y con una orden de urgencia para confirmar la apendicitis de ella,  que él venía sospechando, la sala estaba llena. 

Bueno, casi llena. De hecho, la puerta de emergencia estaba dividida en dos. Por una parte, los afectados por la temible pandemia que asolaba en ese momento el mundo entero. Por esa puerta, en las siguientes dieciocho horas no entró nadie. Absolutamente nadie. Él puede asegurarlo.

-¿Pero no había una terrible pandemia?-preguntó él.

Pero ella se limitó a levantar los hombros en señal de lo poco que le  importaba el asunto. Estaba demasiado entretenida con lo que pasaba en la sala. 

La sala común, digo. La de los simples ciudadanos a los cuales les siguen afectando las viejas y conocidas enfermedades cardiovasculares, o los problemas gastro intestinales, por ejemplo. O los accidentes domésticos. Estos tenían reservado media sala de emergencia. Bueno, esa parte estaba llena.

Había una tía vieja, de unos 80 años, que aburrida de esperar a que la vieran por una infección urinaria de larga data, se marchó hablando sola. Por supuesto, nadie la detuvo. No es cuestión...

Por ahí andaba un muchacho joven, que consultaba por lo mismo: infección urinaria. Pero él estaba orinando sangre desde el día anterior. 

El destino del muchacho fue otro. El también se marchó, pero a pagar una orden de urgencia y una cuota atrasada. Si no, no lo iban a poder atender. 

El procedimiento fue sencillo. Tuvo que salir, dar la vuelta a la manzana, pagar lo que correspondía y volver. Nada que una persona que orina sangre no pueda hacer por si mismo. 

Varias horas más tarde, mientras ellos seguían esperando que alguien se diera cuenta de que una apendicitis aguda es una urgencia, lo vieron al botija. Le habían dado hora para el urólogo para el día siguiente. 

Había también un señor flaco, que se había caído del techo de su casa y se había hecho un corte en la espalda. La sangre que manchaba su remera era mudo testigo de que el hombre no mentía. Él lo vió.

Más al fondo una gurisa lloraba, abrazada de su madre. Otra gurisa rengueaba con un bastón de caña, esperando, golpeando puertas, esperando.

En aquel otro rincón un señor muy elegante, como los de la tele, se quejaba de dolor en los testículos. No lo podían atender porque tenía un falso contacto, o algo así. Él no entendió, pero no se animó a preguntar.

Mientras tanto, ella esperaba que alguien se acordara de hacerle la dichosa ecografía.

Cuando finalmente se la hicieron, le mandaron una tomografía. Para confirmar la confirmación ya confirmada de que su apéndice, el de ella, estaba reventado.

El resultado demoraba veinte minutos, le dijeron. Pero ya habían pasado varias horas. Ella empezaba a estar cansada, sedienta, dolorida, angustiada. 

Se ve que no tenía mucha paciencia. Aunque es cierto, un apéndice reventado suele ser un poco molesto a veces....

Pero todo cambió cuando entró el veterano.

Pelado, de barba cana, entró acompañando y escoltado por dos policías. Bueno, en realidad entró esposado y poco menos que arrastrado por los dos agentes.

El masculino vestía zapatos marrones, pantalón corto al tono, y calzoncillo azul. Desentonaba un poco el calzoncillo. Sobre todo porque lo traía por encima del pantalón, como un chiripá. 

De la cintura para arriba, nada. Hacía calor, claro.

Llegó rodeado de un halo de misterio, y de un olor a mugre muy peculiar.

Gritaba que le sacaran las esposas, que le dieran de comer, y algo sobre Peñarol. 

Enseguida lo hicieron pasar, por supuesto. Faltaba más!! Le trajeron una bandeja con pollo, puré y postre. 

Todos lo observaban mientras comía su pollo. Con la mano, como debe ser. No hay cosa más linda que comer pollo con la mano. 

El problema eran los huesos, pero el hombre lo resolvió dejándolos en el suelo, frente a él. Tomó agua del dispensador, como en los antiguos bebederos, y paseó un rato por la sala. 

Una escena de realismo mágico, lindando con la ciencia ficción, se dio cuando el veterano, sucio, semidesnudo y sin el adminículo tapabocas, se puso a mirar televisión; bajo la atónita mirada de todos los buenos ciudadanos que allí se encontraban. Todos debidamente vestidos, con sus manos alcoholizadas y sus bocas tapadas. 

Lamentablemente la escena duró poco. El pobre hombre se aburrió de ver cien veces las bondades de la afiliación a la mutualista sin fines de lucro, y la proeza humanitaria del crucero Greg Mortimer.

Entonces volvió a gritar y golpear escritorios, y enseguida fue atendida por la doctora de urgencia.

Si, la misma doctora que estaba esperando el resultado de la tomografía para confirmar el resultado de la ecografía para confirmar el diagnóstico de apendicitis aguda. 

Finalmente, a las cinco horas de haberse hecho la tomografía, a ella le dicen que la van a operar, pero que debe esperar el resultado del hisopado. Porque no es cuestión, no? A quién se le ocurre que una apendicitis aguda de más de 8 días es importante? Y a quién se le puede ocurrir que todas las intervenciones quirúrgicas tienen que ser con todos los protocolos sanitarios???

Esos disparates sólo se les ocurren a ellos, que estuvieron dieciocho horas en la puerta de emergencia. 

En fin. Ella se fue operada de apendicitis aguda, con un apéndice roto por la larga demora. Y un drenaje. 

Ambos se fueron con algunas dudas. Por qué no él podía entrar a la sala de emergencia a acompañar a su esposa, pero sí podía atravesar toda la sala de emergencia para ir al baño?  Por qué no hay baño en la sala de espera? Por qué le cambiaron las sábanas una sola vez en cinco días? Por qué la primera noche él no se pudo quedar con ella a esperar el resultado del famoso hisopado? Si no se podía quedar, por qué no se lo dijeron antes? Por qué demora cinco horas un funcionario en bajar  dos pisos el resultado de una tomografía? Qué es una emergencia?